viernes, 29 de junio de 2012

El pecado de la cereza


Habría sabido  jamás imperio en Roma
el placer robado de la griega cereza…
  ¡Si mis manos de sutil agilidad respondiesen
tan solo a mis intentos vanos de
de pudor y nobleza

Y no al magnetico aroma de tan
Inocente y suave fruto de labios
y  a tan delicados pechos coronados
con tan joven y rosada belleza…


ohh  demonio¡¡¡ 
que solo aportas a mi tal naturaleza

ohh  hechizo¡¡¡  que adormeces
tal doncella con el encanto  envenenado
de una mirada y proeza y solo asi
me arrojas ante la débil resistencia
en el jugo de sus labios juveniles

ohh  pecado… impureza,
traición que arrebata los frutos
de otro dueño amoroso y gentil
y los entrega presionados o mordidos
a su lecho enternecido..

Allí la amarga conciencia..
pero allí también el suspiro fatal
de la delicada princesa y sus labios
robados de un aroma cereza

su suave piel pervertida al clamor
de un escape fortuito
sus bellos muslos desnudos en la
palidez de las medias libidas,
el  suspiro vencido en su humeda
joya febril que es su boca …

ohh  noo  masss¡¡¡ 
oh  mas bien … un poco mas
oh no  se ¡¡..


borrador e

 s